miércoles, 30 de abril de 2014

Los inconvenientes que acarrea salir con un precio demasiado alto


A la hora de poner en venta una vivienda muchos han pensado que siempre hay tiempo de bajar el precio, pero, cuando el objetivo es vender en un mercado lleno de competencia, cuyos precios van a la baja, tal vez sea necesario ajustar el valor adecuado desde el principio. Empezar con precios demasiado altos todavía resulta tentador para muchos vendedores. Para evitar caer en la tentación, merece la pena conocer los problemas que puede suponer el sobreprecio.
No despertar interés; los compradores actuales están bien informados sobre el mercado inmobiliario actual. Si la vivienda en venta es demasiado cara, la gran mayoría ni se molestará en saber más sobre el inmueble y mucho menos en hacer una oferta para negociar.
Perder competitividad; el sobreprecio de una vivienda siempre beneficiará a la “competencia”. En realidad el precio que se ponga hace que el resto de pisos con similares características parezcan “gangas”.
Estancamiento;  cuanto más tiempo pase en el mercado la vivienda, más probable es que quede aislada y pierda interés para los posibles compradores. Hay muchas viviendas que parecen condenadas a la venta perpetua. ¿Qué defectos tiene para que se produzca ese estancamiento?
Negociaciones más difíciles; los compradores que se interesen por la vivienda intentarán negociar con más ahínco al ver que el inmueble lleva mucho tiempo en venta y su precio está muy por encima del resto de viviendas similares.
Oportunidades perdidas; poner un precio muy alto supone perder muchas oportunidades de encontrar posibles compradores interesados ya que la mayoría no se molestará, siquiera, en ir ver la vivienda, al encontrarse en un rango de precios superior al que desean.

Fuente: fotocasa.es

martes, 29 de abril de 2014

Cómo fijar un precio para vender

www.inmobiliariacantabria.net


“Los compradores más interesantes aparecen normalmente en los 30 primeros días. Es ahí cuando debemos contar con el precio más adecuado. A partir de entonces, se suele producir una bajada notable de interés por la propiedad que conduce inevitablemente a la bajada de precio, con la consecuente pérdida de tiempo y oportunidades”. 
Cuando un propietario pone a la venta una vivienda la gran duda siempre es a qué precio. El temor a malvender o la idea de que para rebajar siempre se está a tiempo hace que en ocasiones se sobrevalore la vivienda. Sin embargo,  las cifras indican que cuando una vivienda se pone a la venta por un precio por encima de lo adecuado, la propiedad se termina vendiendo por un precio inferior a su valor.
En resumidas cuentas, los aspectos claves en los que nos tenemos que fijarnos a la hora de establecer el precio de la vivienda son:
• Situación del mercado en ese preciso momento
• Ofertas de viviendas similares
• Capacidad de financiación
• Estado real de la vivienda
• Percepción que transmite la vivienda
• Zona y ubicación
Por el contrario, existen diversos factores que en ocasiones actúan sobre la fijación del precio pero que el posible comprador no va a valorar, como lo que el vendedor pagó por ella en el pasado, lo que nos hemos gastado en ella, el valor de los muebles o el valor emocional.
Caer en alguno de estos errores solo lleva a “vender la casa del vecino”, ya que si el comprador descubre casas más baratas en la misma zona, entenderá que ha encontrado una interesante oportunidad. Por otro lado, cada vez que saltamos de un rango de precio a otro superior, el número de interesados se reduce, por lo que debemos analizar si nuestra propiedad cuenta con los elementos necesarios para ubicarse en un nivel más alto de exigencia frente a un número menor de candidatos.
Fuente: fotocasa.es