La actual situación del mercado
inmobiliario español hace que vender una vivienda no sea fácil. Con el poco
acceso a la financiación, la caída de los precios, la gran oferta de inmuebles
en venta y los compradores, que ahora son conscientes de su capacidad
negociadora, hacer que una vivienda destaque sobre el resto, resulta
ciertamente complicado. Por eso, si se quiere vender, hay errores que se deben
evitar…
1ª. No tomarse en serio al primer interesado
Muchas veces, el primer interesado
en la vivienda es la mejor baza. En general, el comprador potencial que hace la
primera oferta suele estar muy dispuesto a hacer negocios. Esta, tal vez, pueda
ser más baja de lo que al vendedor le gustaría, pero siempre se debe saber
negociar. Algunos vendedores toman la decisión de esperar a mejores ofertas,
pero lo cierto es que muchos inmuebles pasan demasiado tiempo en el mercado por
no tomarse lo suficientemente
2ª. Poner un precio demasiado alto
Los compradores actuales están bien
informados y conocen la situación del mercado y de los barrios en los que
buscan inmueble. Con un precio muy elevado, la vivienda en cuestión está
condenada a permanecer largo tiempo en el mercado, alejando a posibles
interesados. Si el precio de la vivienda está ajustado desde el principio, las
probabilidades de vender son mucho más altas que si se pone un precio muy alto
para ir reduciéndolo poco a poco en sucesivas revisiones.
3ª. No tener suficiente visibilidad
En un mercado como el actual, los
posibles compradores de vivienda pasan mucho tiempo buscando ofertas online. Si
la casa en venta tiene un precio adecuado y suficiente visibilidad en la red,
las oportunidades de venderla son mayores que si tan sólo se da la opción de
enseñarla físicamente. Lo ideal es probar todas las opciones, que no son
excluyentes: publicar la vivienda en portales especializados debe combinarse
con aceptar todas las visitas posibles. Además, se debe estar siempre listo
para enseñar la casa y que ésta se encuentre siempre preparada para recibir a
posibles compradores.
4ª No arreglar pequeñas averías y
detalles en mal estado
Antes de poner a la venta una casa,
se debe invertir tiempo y dinero para dejarla en el mejor estado posible. La
mayoría de compradores no quiere encontrarse en la situación de tener que
acometer pequeñas reformas o tareas de mantenimiento tras comprar la vivienda.
Al contrario, intentan detectar estos fallos para hacer una oferta económica
inferior y pedir al propietario que corra con los gastos de la reparación. Por
eso, lo recomendable es invertir un poco de dinero para solventar estos
pequeños problemas. La casa se venderá más rápido y lo más probable es que el
vendedor recupere la inversión realizada o incluso más.
5ª. Una decoración demasiado
personal
Salvo raras excepciones, en la
mayoría de ocasiones los compradores prefieren encontrarse con un estilo
sencillo y despersonalizado. Lo mejor es limpiar y simplificar la decoración al
máximo de manera que puedan imaginarse habitando la vivienda. Esta pequeña
inversión puede significar una venta más fácil, pero que no tiene por qué
servir para elevar el precio de venta.
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