En ningún caso debemos de ocultarles
a nuestros hijos la gravedad de la situación generada por la epidemia. Cuando el
niño nos pregunta algo, debemos responder con claridad y de forma adecuada a su
edad y hacerle entender que no queremos engañarle ni confundirle las ideas. Si
le decimos que no pasa nada, pero tenemos una actitud que transmite lo contrario,
el niño se dará cuenta y se preocupará aún más.
Al mismo tiempo, debemos demostrar que
siempre estamos ahí para orientarle, cosa que le tranquilizará.
El tipo de comunicación
dependerá, sobre todo, de la edad del niño
Así, con los más pequeños, podemos
echarle imaginación e inventarnos un cuento, podemos decirle que estos virus
“gamberros” se han escapado de su casa, pero que no se imaginaban que podían
hacer daño. Ahora, como ven que no son bien aceptados, tienen que volver a su
casa, y nosotros tenemos que ayudarles a encontrar el camino de vuelta: ¡el
desagüe del lavamanos! Si nos lavamos bien las manos con agua y jabón, y
después las enjuagamos bien, conseguiremos que se despeguen mejor. ¡Así,
podemos ayudarles y dejarán de molestarnos!
Si son niños más mayores, podemos explicarles con
mayor transparencia que existe
una situación de alerta y que, aunque la mayor parte de las
personas que enferman se están curando, en tanto en cuanto no se encuentre una
vacuna, habrá que tener más cuidado de lo normal.
Si nuestros hijos están asustados, podemos
ayudarles a considerar el miedo como algo positivo, como un sentimiento que nos
permite alejarnos de los peligros. Se les puede dar un ejemplo: si no
tuviésemos un poco de miedo, no vigilaríamos antes de cruzar la calle o no nos
alejaríamos del fuego. ¡Menos mal que tenemos miedo!
Es preferible que los niños no vean las noticias
sobre el tema en los medios de información, pues el tono empleado por los
medios de comunicación, aunque no nos lo parezca, muchas veces puede
impresionarlos. Siempre será preferible que la información llegue al niño filtraday convenientemente suavizada por medio de los padres.
Es imprescindible inculcar en nuestros hijos el
cumplimiento de las normas de higiene. Se les puede plantear como un juego,
pero si no funciona, es preferible imponerlas como una regla a cumplir.
¿Cómo nos organizamos con los colegios cerrados?
Como sabemos los profesores se han adaptado a la nueva situación y están impartiendo
las clases telemáticamente. Es bueno que los niños mantengan una rutina, que
les contenga y les aporte seguridad. Por lo tanto, por la mañana, pueden dormir
un poco más, pero después se tienen que levantar y hacer tareas como si
estuviesen en la escuela, es conveniente que no les dejemos pasar el tiempo
viendo dibujos animados o jugando con la tablet.
Noticia publicada en la sección de Noticias de la web Inmobiliariacantabria.net el 7/4/2020.
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