Definir la estrategia pra financiar una vivienda y analizar el riesgo de las operaciones crediticias forma parte del día a día en el área de riesgos de cualquier entidad. Estos son siete de los parámetros principales que sus asesores van a valorar para aprobar una hipoteca o denegarla.
- Estabilidad profesional: Este es sin duda el aspecto fundamental y sobre el que todas las entidades basan su criterio de decisión. Desde la situación dificilmente asumible en caso de desempleo del cliente hasta la óptima, representada por su condición de funcionario de cualquier administración pública, podemos situar el riesgo del cliente en función de la antigüedad en la empresa, la duración de su contrato, la cualificación laboral o el tamaño de la empresa.
- El propio cliente: Una vez analizada su situación laboral, es imprescindible conocer aspectos personales que van a determinar el riesgo que asumimos; su patrimonio, consultar sus posibles ficheros riesgo, el estado civil, la edad del cliente y el uso que se va a dar a la vivienda. Son algunos de los aspectos que se analizan.
- Estabilidad de ingresos: Basado siempre bajo la cobertura de la financiación responsable, hoy en día el prestatario debe de poder asumir la cuota contractual del préstamo y mantener un remanente de ingresos que sean suficientes para vivir y afrontar el resto de gastos habituales de cualquier unidad familiar. Para ello sólo se tienen en cuenta los ingresos estables y recurrentes, ya que los ingresos puntuales como dietas, comisiones e ingresos variables van a distorsionar la visión de su capacidad adquisitiva.
- Ratios de endeudamiento: Son los datos en los que materializamos la capacidad económica del cliente y determinan tanto si las cargas asumidas por el cliente representan un porcentaje lógico respecto a sus ingresos, como si sus ingresos son suficientes una vez descontados sus gastos mensuales. Ambos datos -porcentaje de cargas sobre ingresos y renta residual mensual- determinan frecuentemente la viabilidad de una operación crediticia
- Capacidad de ahorro: Actualmente la involucración del cliente en la financiación es imprescindible. Esto supone que la existencia de aportación procedente del ahorro y su cuantía es uno de los aspectos sobre los que se diseña la política de riesgode cualquier entidad.
- La vivienda que adquiere:Minimizar el riesgo asumido de cara a posibles adjudicaciones posteriores obliga a cualquier entidad a tener en cuenta a priori una serie de características de la vivienda y no sólo su valor actual de mercado: entorno, ubicación, tipología y adecuación urbanística son datos que hoy en día condicionan la viabilidad de la operación.
Por último, hay que decir que cuando por cualquiera de los aspectos anteriores resulta una situación no del todo favorable respecto al riesgo que se asume, se estudian los posibles refuerzos que el cliente ofrece, como un avalista u otra garantía real o mobiliaria. Estas soluciones disminuyen ciertamente el riesgo de una financiación, pero en ningún caso van a compensar una situación en la que el titular del préstamo no puede hacer frente a sus cargas por si solo, sino intentar paliar de forma preventiva una contingencia de impago.
Fuente: Artículo de Susana Rodríguez en Revista Inmobiliarios
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